Miles de brasileños están en contra de la gestión del actual Presidente Michel Temer
Brasilia, 31 ago (PL) Michel Temer tomó hoy posesión como presidente de Brasil, en una breve ceremonia en la cual se limitó a prestar juramento constitucional y firmar el documento que lo mandata hasta el 31 de diciembre de 2018.
Inicialmente prevista para el plenario de la Cámara de Diputados, la sesión solemne del Congreso Nacional fue repentinamente trasladada al Senado Federal y comenzó con más de 20 minutos de atraso.
El titular de la propia Cámara alta Renán Calheiros fue el encargado de posesionar a Temer, quien desde el pasado 12 de mayo fungía como presidente interino por el apartamiento de Dilma Rousseff, entonces separada del cargo de forma temporal para enfrentar un juicio político por la comisión de un presunto delito de responsabilidad.
La casación del mandato de Rousseff se produjo hoy después de ser aprobada por el plenario de la Cámara alta, con 61 votos a favor y 20 en contra.
El lunes último, al asumir su autodefensa en la etapa final del impeachment, Rousseff consideró a Temer como coadyuvante en las maniobras realizadas por el extitular de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha para llevar adelante ese proceso.
Explicó además que la designación de Temer como su compañero de fórmula en las presidenciales de 2010 y 2014 respondió al hecho que el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al cual pertenece el flamante mandatario, representaba un centro democrático y progresista capaz de garantizar la gobernabilidad del país.
Mas, con la elección de Cunha a la presidencia de la Cámara, el PMDB empezó un giro hacia el conservadurismo y, a partir de entonces, «el centro democrático se convirtió en un centro golpista y conspirador», dijo.
En diciembre del pasado año, Temer hizo pública una carta a la Presidenta en la cual se quejaba de no ser escuchado por ésta y fungir como «un vicepresidente decorativo», y tres meses más tarde el PMDB abandonó el gobierno para impulsar el proceso de impeachment contra Rousseff, que finalizó con la casación de su mandato.
Poco después de conocerse el resultado de la votación en el Senado, Dilma denunció que con el golpe de Estado consumado hoy se apropiaron del poder un grupo de políticos corruptos e investigados, que buscan desesperadamente escapar de la justicia.
La decisión adoptada por la mayoría de los integrantes del Senado Federal entrará en la historia de las grandes injusticias, pues decidieron interrumpir el mandato y condenar a una persona inocente, remarcó.
Insistió también en que lo ocurrido este miércoles fue «una inequívoca elección indirecta» en la que 61 senadores decidieron suplantar la voluntad de más de 54 millones de electores que votaron por ella en los comicios presidenciales de 2014, para en su lugar imponer un gobierno ilegítimo y usurpador.
Este es un fraude contra el cual vamos a recorrer en todas las instancias posibles, anunció Dilma antes de reiterar que acababan de derrumbar, sin ninguna justificación constitucional, a la primer mujer electa Presidenta de Brasil.